LA CALZADA (DE BÉJAR)

Hoy nos acercamos a La Calzada de Béjar.
Este pueblo estuvo antiguamente dividido en dos partes, una de Montemayor y otra de Béjar.
La parte de la jursidicción de Montemayor era de mayor entidad, contaba con parroquia, servicios de cirujano y escribano – a veces compartido con lugares cercanos como Valdehijaderos u Horcajo- y constituyó el núcleo fundamental del pueblo actual.

La parte de la jurisdicción bejarana se denominaba Casas de la Calzada, nombre que se debía a que justamente era eso: un grupo de casas, sin iglesia nuclear del pueblo.

Su convivencia durante años se basó en concordias vecinales por las que ajustaban el uso común de pastos y bebederos, compartir servicios como cirujano, maestros, sacerdotes, etc., no así otros que al ser oficiales debían relacionarse con sus respectivas jurisdicciones, caso de los escribanos.

La línea divisoria del pueblo era, como en el caso de Baños – pueblo del que acabamos de escibrir-, la calzada romana de La Plata.

Una visita al pueblo hoy nos lleva, como en muchos de nuestros pueblos, a buscar la iglesia casi siempre en el centro del casco urbano y en muchos casos con el ayuntamiento cercano a ella, pero no en este caso. La iglesia de La Calzada se halla tan cercana a la calzada romana, llamada significativamente al paso por el pueblo Calle de Baños, que parece presidir el tránsito de peregrinos por ella.

Calle de Baños en La Calzada

Calle típica en La Calzada

Curioso dintel en La Calzada.

El pueblo tiene en una de sus laderas, en lo que podemos llamar parte de Béjar, los restos de una casa fortín de origen romano, al menos así se cataloga en los libros, cuyo fin sería tanto vigilar el paso como proveer de lugar de descanso y aprovisionamiento para transeuntes.

La construcción del ferrocarril, cuyo trazado pasa más cercano a Béjar, dejó a este pueblo en un lugar secundario en lo que respecta al paso de viajeros y mercancias, por lo que su actividad decayó y los mesones y posadas cedieron paso a una situación de ¿abandono?, no sabría como calificarla, quizá de «víctima del progreso» como tantos otros pueblos que a lo largo de la historia ha decaido al sufrir las consecuencias de las innovaciones (carreteras que cambian de trazado, rutas que caen en desuso, el ferrocarril, hoy los nuevos trazados de autopistas y autovías que dejan pueblos al margen de toda actividad comercial).

Hoy su nombre vuelve a sonar asociado a la recuperación de la antigua calzada romana, del llamado camino mozárabe hacia Santiago, del turismo rural … esperemos que poco a poco al menos se mantenga.

Como curiosidad para el lector podemos añadir que su patrón es San Ramón Nonato, santo patrón de varios pueblos que se relacionan con el obispado de Coria: El Cerro, Baños de Montemayor, Sotoserrano, Zarza de Granadilla … y supongo que algunos otros que hoy desconozco ¿la razón? la ignoro, quizá sirva para escribir otro artículo en un futuro.

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